jueves, 21 de agosto de 2008

Humedades














Observando las fotografías, a primera vista se diría que se ha obrado un milagro, y que las ventanas de los dormitorios lloran. Fue el pasado invierno cuando se produjo este curioso fenómeno. Mi primera idea fue poner este hecho en conocimiento de Iker Jiménez (incluso me había comprado ya una camisa para salir guapo cuando me entrevistara en Cuarto Milenio), pero mi mujer me disuadió, así que al final optamos por consultarlo primero con un arquitecto.
Éste me hizo ver que más que un fenómeno paranormal, se trataba de una chapuza más de la constructora, debido a la falta del debido aislamiento térmico y a la baja calidad de las ventanas que nos habían colocado (descartando la falta de ventilación, pues las habitaciones se ventilan diariamente). Por eso, cuando la temperatura exterior es baja, se producen condensaciones que hacen que aparezcan esas humedades.
Así pues, dado que la promotora se niega a solucionar estos defectos, y en tanto se dan las condiciones propicias para que crezca moho y otros hongos, pienso aprovechar esas humedades para cultivar champiñones, sin olvidarme de enviar las mejores remesas a los promotores. Para que luego digan que soy rencoroso.

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