jueves, 12 de marzo de 2009

Más goteras


Las precipitaciones de las últimas semanas me han dejado este grato recuerdo, en forma de gotera, en la pared del salón, que se supone que está aislada térmicamente.

Últimamente ya no es necesario que levante las persianas de casa para ver si llueve en el exterior; puesto que me basta simplemente con echarle un vistazo a la pared para saber el día que hace: si me encuentro con una gotera, ya sé que me toca coger el paraguas.

Estoy pensando en avisar a los del Instituto Nacional de Meteorología para que no se gasten el dinero en pluviómetros, pues con mirar el tamaño de las goteras que salen en mi pared, pueden medir los litros de agua que caen en el pueblo cada vez que llueve.

Al fin le he encontrado una utilidad a mi casa, aparte de servir de mal ejemplo constructivo.