En uno de los apartados de dicho informe, el señor arquitecto venía poco menos que a “ningunear” a los propietarios, pues para probar los defectos que denunciábamos en nuestra reclamación, en vez de aportar un informe redactado por un “técnico competente” (como si nos sobrara el dinero para contratar a un perito en una reclamación de consumo), aportábamos una serie de fotografías (a no ser que pretendiera que para probar la existencia de manchas de humedad, aportáramos un trozo de tabique).
En fin, que el señor arquitecto, en su informe “no visado”, venía a concluir que:
- no quedaba probado que las fotografías acompañadas a nuestra reclamación fueran de los defectos descritos. Hombre, esto me hizo dudar un poco; pensé que lo mismo, y dado el estado de “trastorno mental transitorio” en el que me encontraba debido a los cabreos que me había causado la promotora, en vez de aportar las fotos de las viviendas, había aportado las fotos de la primera comunión de Paquirrín. Eché un vistazo a la copia de la reclamación y comprobé que efectivamente había aportado las fotos de los defectos.
- la mayoría de los defectos habían sido subsanados. Desconozco como llegó a tal conclusión este “técnico competente”, pues el tío no apareció por casa en ninguna ocasión para comprobar la “subsanación” a la que aludía.
- la mayoría de los defectos respondían al mal o indebido uso de la vivienda por parte de los propietarios. Pues si llegamos a saber que las persianas se desajustan por subirlas o bajarlas, que las puertas rozan en el suelo por abrirlas y cerrarlas, que los radiadores se desprenden de la pared por encenderlos, o la barandilla se mueve al tocarla, nos hubiéramos ahorrado una buena pasta, pues en vez de ponerlas, habríamos pedido que nos las hubieran pintado. Aún así, seguro que también habrían dado fallos.
Finalmente, este señor venía a decir que como los defectos estéticos no suponen ningún peligro para el uso de la edificación, no tenían por qué ser reparados. ¡Pues menudo chollo que tiene que ser este tío para cualquier vendedor!; seguro que cuando vaya a comprar un coche, por ejemplo, no le importará que el mismo tenga un buen rayazo en el capó.
En resumen, una prueba muy convincente la aportada por nuestros promotores: un informe elaborado por su arquitecto, persona tan interesada como ellos en desmentir nuestras reclamaciones, pues en su calidad de agente que intervino en el proceso de edificación, responde también de los daños y desperfectos de la vivienda.
1 comentario:
En primer lugar felicitarte por el blog! y por supuesto por la victoria!!. La verdad es que he venido a parar aquí de casualidad, buscando en google casos similares al mío. Actualmente estoy con humedades y hongos en paredes y con filtraciones de agua en mi piso debido a fallos de construcción. La guerra empieza por encargar informe pericial (me cobran 1300 €) y a dar los primeros pasos con un abogado. Te quería consultar y si no es mucho preguntar... ¿te ha salido por mucho dinero llevarlo todo adelante?, más que nada porque estoy decidida a dar los pasos que tenga que dar, pero estoy un poco "aco.." por cuánto me puede salir la broma. El caso similar al tuyo, la constructora ha hecho chapuzas, no ha solucionado nada de raíz y después de tres burofaxes enviados, ahora me salen que los defectos son por vicios o problemas de ventilación (por no abrir las ventanas). Te agradecería mucho tu opinión
Gracias y un saludo!
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